Cuando es menester trasegar la cebada en su estado más puro, el líquido, en aquesta taberna, La Ola, tiran la mejor cerveza de los madriles, acogiendo al autóctono y al foráneo con sumo respeto.
Entren, disfruten, diviértanse …
MARISCOS
Gambas
Ostras
Nécoras
Almejas
Bígaros
Percebes
Camarones
Berberechos al vapor
Salpicón de mariscos
Pulpo a la gallega
CONSERVAS
Berberechos
Mejillones (6-8 unidades)
Pincho de bonito
Boquerones en vinagre
Anchoas de Cantabria
Habitas con jamón
Alcachofas baby
Mojama
EMBUTIDOS
Jamón ibérico
Lomo ibérico
Chorizo
Salchichón
Queso
Cecina
Canapés variados
ENSALADAS
Tomate con ventresca
Tomate con bonito
Ensaladilla rusa
Los únicos seres del planeta que morimos y resucitamos al instante. Nos crearon en una taberna llamada “La Ola”.
Los humanos que nos beben en forma de caña opinan que es la mejor cervecería de Madrid, y los periódicos.
Notamos cómo las papilas gustativas del cliente, al atravesarlas, brillan de satisfacción como un arco iris enamorado de nuestro sabor.
Al descender por su gargantas, ésta, de repente, a modo de saludo, se convierte en un tobogán de suaves paredes por el que nos deslizamos mientras el consumidor ríe contagiado de nuestra alegría.
Al final, en el estómago, encontramos seres que nos reciben con un aplauso, un circo con sus elefantes, su forzudo y sus payasos, en nuestro honor, pues les estamos haciendo pasar un magnífico rato. Al instante resucitamos en otro vaso y el respetable nos trasiega y vuelta a empezar en la rueda de la felicidad.
Es un milagro que obra “La Ola”, con sus educados camareros y su respetable clientela, la que siempre se divierte. Y dale que te pega en el mundo de la ilusión conjugada con la cerveza.
La mejor cerveza de Madrid,
muy bien tirada. El marisco
es excelente, muy buena
materia prima. El trato es
excelente, son profesionales
y atentos.
Mi amigo Carlos siempre amable
y divertido que cada caña que
te pone lo hace con todo su
amor y después su generoso
cariño con el aperitivo,
«No se puede pedir más».
«Solo o en compañía de otros»
No probar la caña «bien tira»
de La Ola tiene delito